¿Quién se quiere reir?

Ya se sabe el dicho: a mal tiempo buena cara. Esto es algo totalmente cierto y tal y como está siendo el día de hoy mirad qué cara se le ha quedado al cerdito Babe.... Dios, la verdad es que da grima verlo.

Esta mañana me levanté para ir a trabajar y por la ventana del dormitorio entraban los brillantes rayos del Sol. Me metí al baño y al salir tras la ventana arreciaba el temporal... No, no tardé una eternidad en salir del baño, no soy de esos, es sólo que el clima se ha vuelto un poco loco a lo largo del día de hoy. Por ejemplo de camino al trabajo parecía que iba a amainar en cualquier momento pero de pronto se levantó un viento terrible. Tuve que medio sostener a una señora que caminaba a mi lado mientras me refugiaba como podía con mi maltrecho paraguas. El pobre hoy ha sufrido más que nunca y como es de esos plegables ha acabado con las varillas retorcidas. A duras penas conseguí enderezarlas pero creo que hasta aquí ha llegado. Mañana compraré uno nuevo. El caso es que cuando salí a comer justo había empezado a granizar. Me quedé paralizado ante la imagen de la calle salpicada de pelotitas blancas, pero fue casi mágico ver cómo desparecían y de nuevo la luz solar se abría paso entre los gigantescos monolitos negros que eran las nubes. Cuando volvía al trabajo de nuevo mucho viento y lluvia... Creo que no recuerdo haber vivido un tiempo tan variable en toda mi vida.

Menos mal que en Murcia estos temporales duran poco, por la noche pude volver a casa sin más contratiempo que el persistente vendaval, que incluso ahora sigue soplando. En cualquier caso mucho menor que el de este mediodía. Ahora en casa todo se ve distinto y sonrio mientras miro por la ventana como se mueven las ramas de los árboles y la bandera que alguna arruinada constructora colocó en la calle junto a mi ventana para señalizar su parcela. Espero que si se cae lo haga hacia hacia ella y no hacia mi ventana, dudo mucho que ahora tengan dinero para pagarmela.

Antes de despedirme por hoy aprovecho para comentar que ayer fue el cumpleaños de mi niña, Tali. Llegamos tarde a casa después de ver El curioso caso de Benjamin Button, de la que hablaré más adelante, así que no tuve tiempo de escribir en el blog. Aunque con retraso le dejo aquí una tarta para ella. Sólo con verla ella sabrá por qué digo que es para ella. Feliz cumpleaños cariño ^^


Nos leemos.

Consejo de óptico: Sea cual sea el motivo de celebración, si has considerado invitarme, por favor, que la tarta sea de chocolate ^^UU