Sony Ericsson Xperia Arc

Hoy voy a dedicar unas líneas al que pretende ser el buque insignia de los móviles de Sony Ericsson, el Xperia Arc. En mi opinión se trata de uno de los mejores teléfonos Android del mercado, sólo hay que echarle un vistazo a sus especificaciones para darnos cuenta de porqué lo digo. De entre ellas destaca la pantalla con unas generosas 4.2 pulgadas y la innovadora tecnología Bravia Mobile Engine que permite resoluciones de 854x480 pix, 16 millones de colores y un alto contraste. Todo ello montado en una carcasa muy fina (sólo 8.7mm) y un peso muy bajo de 117 gr con la batería incluida. Sin embargo nos encontramos con un procesador de un sólo núcleo a 1 Ghz y lo que resulta peor, una memoria de usuario de tan sólo 320 Mb, lo cual será todo un impedimento a la hora de instalar aplicaciones que no puedan ser exportadas a la memoria SD. Por cierto decir que viene con una Micro SD incluida de 8Gb, algo imprescindible en un teléfono como este.

Completan las especificaciones una estupenda cámara de 8 Mpix con el ya típico flash LED, grabación en HD y una salida en HDMI. A nivel de software encontramos Android 2.3 Gingerbread. Y una vez con todo esto sobre la mesa a mí personalmente me surge una duda. ¿Llega a tiempo al mercado este smartphone?

Teniendo en cuenta a sus rivales podríamos decir que llega por los pelos. Con la salida del LG Optimus II y el próximo Samsung Galaxy S II (ambos de doble núcleo) el modelo de Sony se queda atrás y no resulta una opción tan potente como la de los ya citados. Sin embargo cuenta con la baza del diseño, que todo sea dicho, es realmente bueno. Sumando a eso unas especificaciones muy correctas tenemos un teléfono de Sony que sí merece la pena. Aunque como siempre digo eso va en los gustos y necesidades de los consumidores.

Ya está en las vitrinas de nuestras tiendas de telefonía por un precio de 549€ libre y poco a poco irá llegando a los distribuidores de Vodafone (primero en anunciarlo) y Movistar. Al parecer Orange también lo tendrá, pero más adelante.

Nos leemos.