N8, mis primeras impresiones

Como todo buen aficionado a la tecnología llevo tiempo siguiendo la evolución de Nokia, sobretodo de sus teléfonos de gama alta. Es una marca que me gusta, europea, con un buen servicio técnico y que abarca todas las gamas, desde las más sencillas a los smarthphones. Es sin embargo en esta última categoría donde Nokia ha visto muy reducida su cuota de mercado, y es que la competencia literalmente se los ha comido. Su último gran teléfono, del que todo el mundo hablaba y bien, fue el N95. De ahí en adelante todo han sido críticas, en su mayoría debidas a su deficiente sistema operativo, Symbian. Con el N8 Nokia parece haber querido anunciar un cambio en esa tendencia. ¿Lo conseguirá?

Un primer vistazo.

He tenido oportunidad de probar el terminal de Nokia, buque insignia de la compañía y paladín del renovado sistema operativo Symbian 3, así que voy a hablaros un poco de la experiencia. En primer lugar el acabado del terminal sorprende por su robustez gracias a su carcasa metálica, además tiene un buen tamaño (aunque eso depende, es un terminal de 3.5 pulgadas), por contra es algo más pesado que el resto de terminales de su segmento. La cámara de fotos sobresale en la parte trasera aunque sin llegar a ser incómodo. En general estupendos acabados, buena disposición de los botones y un puerto HDMI muy útil hoy en día.

Y entonces enciendo el terminal.

La pantalla, de tipo OLED, brillante y de un contraste excepcional es un punto sobresaliente (en general todo el hardware lo es). Hace entonces aparición el sistema operativo Symbian 3, una aparición lenta y con la sombra de sus predecesores en mi memoria. Tras el arranque se descubre una pantalla principal provista de los típicos "gadgets" que ya aparecían en el X6 y N97. Por desgracia es como si Symbian no hubiera terminado de cargar pues los movimientos son muy lentos así como el acceso a las aplicaciones. Al poco tiempo todo se agiliza, y la verdad, se agradece. El acceso a la cámara es más rápido la segunda vez que se accede a ella y la pruebo tomando varias fotos. Se ven fenomenal esos 12Mpix con óptica Carl Zeiss. Cierro la cámara y abro la galería de fotos.... Ahí la cosa se vuelve a torcer. De nuevo el acceso es lento y descubro que cuanto más imágenes y vídeos hago peor es el acceso. Lo que me lleva a pensar ¿de qué te sirve tener una cámara excelente si luego tardas varios segundos en ver los resultados? En fin, puede ser una manía mía, por impaciente, pero es algo que no ocurre en otros terminales avanzados.

 

Conclusiones.

Estamos ante un terminal que roza la excelencia en cuanto a hardware pero que sigue a años luz de los sistemas operativos como Bada, Android o el iOS de iPhone. De entre todas sus características destacan los acabados y la cámara de fotos, pero pierden interés otras opciones como la posibilidad de conectarle un pendrive o el mismísimo HDMI por necesitar ambos de sendos cables convertidores sin los cuales son dos opciones inútiles. La batería de 1200 mAh se me antoja pequeña pero habría que estarlo probando más tiempo para saber su rendimiento real.

Recomendaría este terminal a los fans de Nokia (que los hay) ya que no van a notar una diferencia muy notable en cuanto al uso y estética de este symbian con los anteriores. A cualquiera que haya probado la experiencia Android, Bada o de cualquiera de los iPhone no puedo decir lo mismo. La experiencia de usuario de cualquiera de las anteriores mejora a la de Symbian de manera abrumadora. Creo que Nokia conoce el camino, pero no lo está siguiendo por identificarse como marca. Desde hace ya un tiempo Nokia es sinónimo de Symbian, sólo espero que Symbian vuelva a ser algún día sinónimo de calidad.

Nos leemos!