Procesiones en Lorca (2 de 2)

Continuamos con las procesiones en Lorca. Después de comer tuvimos que ponernos bajo cubierto en casa de la abuela de Luis porque empezó a llover con ganas. Temimos que se suspendieran las procesiones, pero lo cierto es que el mal tiempo no suele durar mucho en esta parte del mundo. Un par de horas después la lluvia apenas quedaban ni los charcos y nosotros salimos de nuevo a la calle. Pasear por Lorca merece la pena. La ciudad tiene rincones muy interesantes incluso fuera de su casco histórico, buen ejemplo de ello son los alrededores de la Plaza de Toros. Desde esta en dirección al río hay una zona residencial rodeada por zonas verdes y caminos de tierra muy interesante de ver, ya no solo por su paisaje natural sino también por las grandes mansiones que algunos habitantes se han construido allí. Tras recoger a Javi, el novio de Raquel, en el recinto ferial (aprovechando así para poder ver a los caballos antes del desfile) nos separamos para ocupar nuestros asientos en las gradas. Estas están levantadas en la calle principal de Lorca y a un lado se sientan los seguidores del Paso Blanco y al otro los del Pasao Azul. El nuestra estaba en el paso Azul (para alegría de Luis). Si bien el desfile debía comenzar a las 8 se tuvo que retrasar hasta las 9, no sabemos bien si fue por temor a la lluvia porque en realidad para esas horas apenas quedana nubes en el cielo. Las procesiones fueron justo lo que nos habían prometido, un espectáculo que no se puede comparar a las procesiones de otras regiones. Os dejo primero un vídeo que tomé de los costaleros del Paso Azul mientras estos se relevaban con otros compañeros. Fue una suerte grabarlo porque no me lo esperaba.



Cada uno de los pasos proncipales duró cerca de dos horas, por lo que tuvimos que cenar en las gradas mientras desfilaban. El primero fue el Paso Rojo, seguido del Paso Morado, ambos son recientes y no tienen mucha afición, pero de todas formas lo que más los distingue de los otros dos pasos es que estos son muy sosos, sin caballos ni carrozas, y por supuesto mucho más cortos. El tercero en salir fue el Paso Azul. De ellos destacaré además del gran cambio de manos que hicieron en el vídeo, los jinetes acróbatas que hicieron las delicias del público aquella noche, tanto blancos como azules.



No voy a relataros cómo transcurrió toda la procesión porque entre otras cosas sería muy largo y además merece la pena descubrirlo por uno mismo. Solo deciros que hubo carregas de cuádrigas y carrozas impresionantes. Las de los azules tiraban caramelos a los suyos y los blancos igual aumentando por una noche su rivalidad.



El último fue el Paso Blanco. Su desfile fue además el más largo. De este paso cabe destacar que tenían más caballos que sus predecesores, incluso algunos de sus carros iban tirados por hasta seis caballos a la vez. Este desfile fue sin embargo menos entretenido ya que aunque disponían de más caballos y creo que también de más personal no había tanto espectáculo. Ni jinetes haciendo acrobacias, ni relevos con las figuras que portaban los costaleros. No obstante el espectáculo visual es impresionante, tanto en la puesta en escena de los que iban a pie como la de los jinetes y carrozas. La de la siguiente imagen es buen ejemplo.


Aunque sin duda no tan espectacular como la última, la que representaba el apocalipsis. Estupenda la armadura con alas de ángel.


Se puede decir que cada una tenía su encanto, pero finalmente Tali y yo nos quedamos con la de los azules. A mí personalmente me gustó más que los azules fueran más rápido en su desfile y que incluyeran los jinetes haciendo acrobacias. Cuando los ambos pasos son tan bonitos los detalles marcan la diferencia.
Aunque no seais muy religiosos merece la pena ir a verlas, cumplen lo que prometen, son unas procesiones entretenidas y diferentes.

Nos leemos.

Consejo de óptico: Si vais a estas procesiones da igual que por el día haga un calor del carajo, coged ropa de abrigo para la noche. El que avisa no es traidor.