2/2/09

Benito Cereno y El señor de la guerra

Hoy toca hablar de dos géneros que siempre han ido muy de la mano, al menos a mi parecer, la literatura y el cine. En concreto de un libro que me he leído hoy y de una película que me ha gustado mucho. Seguro que Tali está conmigo en que esta última es de esas películas que no dejan indiferente. Pero vayamos por partes. Primero voy a hablaros de Benito Cereno del autor americano Herman Melville. Este libro es poco conocido y tal vez a muy pocos os suene el autor, pero esto cambia si os digo que fue el escritor de Moby Dick. Benito Cereno es otra historia que tiene el Mar como escenario y que como ocurre con mucha frecuencia está basada en un hecho real, aunque muy adornado, todo hay que decirlo. Benito es el capitán de un barco caído en desgracia que se cruza por casualidad con el barco ballenero comandado por el Capitán Delano, un hombre honrado que pronto y sin persarlo dos veces se presta a socorrer al barco de origen español. La buena voluntad y la esencia del Mal chocan en esta curiosísima historia que si bien no pretende ser un ejemplo moralizante sí es un gran estudio psocológico del alma humana y sobretodo de sus males. Algo que ya exploró también con Moby Dick.
He encontrado la carátula original del libro del que os hablo. Lo publica Valdemar en su genial "El Club Diógenes" (del que no me puedo olvidar hablar algún día) y le acompañan otra novela corta titulada Billy Budd y dos relatos cortos en absoluto conocidos pero sin duda muy buenos todos de tema marítimo pero que se centran más en el alma de sus personajes que en esta temática en general.


Lo segundo de lo que hoy voy a hablar es de la película El señor de la guerra, protagonizada por Nicolas Cage. El personaje que Cage interpreta es un inmigrante Ucraniano en EEUU que tiene grandes ambiciones que le llevan a iniciarse en el contrabando de armas. Esta película se adentra de lleno en el mundo del contrabando desde el de las mafias hasta el de más alto nivel, y sobretodo es este último el que mejor se desvela. Es una película cruda con un antihéroe simpático y un profundo sentido moralizante oculto tras las pequeñas victorias del mal frente a un policía (el bien) que no logra detenerlas. La película es esto y mucho más, sino no la recomendaría en este blog. Echarle un ojo, merece la pena.

Consejo de óptico: Cuando digo echarle un ojo, no va en sentido literal. ¿Te imaginas lo que dolería? Uig...

Nos leemos.

1 comentario:

  1. Lo siento pero ese tipo de literatura nunca será de mi interes... En cuanto a la película si que me gustó. Hasta donde puede llegar la codicia humana.

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